Hoy voy a poner una pieza muy especial. Se trata de la Sonata nº8 “Patética” de Beethoven. Fue escrita entre 1798 y 1799, vamos que ha cumplido ya 213 añitos. A pesar de eso sus notas siguen cautivando y seduciendo como el primer día. Beethoven la compuso con 27 años. ¡27! Menos mal que no la compuso en 2012, porque hoy en día ser joven significa tener poca o nula credibilidad ante nuestros iguales viejunos… Véase mis peleas con ciertos maleducados de la tercera edad en el autobús o el trato amable que me ofrecen los trabajadores de ciertas sucursales bancarias, a los que sólo les falta decirme “Escoria inmunda, deja de ensuciar mi local con tu rostro acneico!!!” y cosas por el estilo.
Y te preguntarás “Vale, si Beethoven no tenía problemas de conflicto generacional (Debido tal vez a la escasa calidad de vida de la época), y era un genio de 27 años, ¿Por qué le puso “Patética” a su sonata?”
Como suele pasar: por una mujer. Muchas de las grandes obras de todos los tiempos han sido creadas por puro desamor. ¿Quien sabe si la Venus de Willendorf no es en verdad el despecho de un neolítico, que tallaba en un rincón por el rechazo de su querida “Kramka, la chica recoge bayas”?
Lo cierto es que sus tres movimientos entristecen, es romántica, por supuesto, pero también te deja un poco cara de “dos puntos abro paréntesis” [Para los de la Logse = “:( “].
No obstante da pie a imaginar. Cada movimiento podría ser atribuida a una fase del desamor:
1 er movimiento:
Nos hemos enterado que Sigerico no nos quiere. Esto es peor que si se hubiera muerto nuestro perro. Bueno tal vez he exagerado, pero te sientes mal, eso es seguro. Este es el movimiento de la rabia incontenible, de la decepción, de abrir las ventanas y tirar las cosas que le pertenecen. De pegarte de leches contra las paredes o contra los cojines, que es un también dramático pero menos doloroso. Te quieres enterar de todo, lo persigues: ¿Que hace con esa? ¡Maldita seaaaaaaa, maldita seaaa!!! Esto es de locos, piensas. Estás para que te encierren, pero no pararás hasta saber porque, cómo y cuando, porque no te lo explicas en absoluto. Se intuyen altas dosis de celos… ¡Este allegro es “La Negación” psicológica de la realidad! Una espiral de sospechas y posibles paranoias… ¿Sería esto lo que quería plasmar Beethoven? ¿Os sugiere algo diferente a “Mi amor, ¿POR QUEEEEEE?” ?
La nota final me parece determinante. Ese parar en seco es como un… Mierda, va a ser que es verdad que lo nuestro no va a ser nunca… Y luego vuelta otra vez a la locura, esta vez con punto y final…
2do movimiento:
Este es el movimiento “Chandal-pijama”. No vas a salir de casa. Ni de casa ni de la cama. Nunca jamás. El mundo es una mierda, porque mira lo bien que podría estar yo con mi Sigerico, ay mi Sigerico… Devoraré este chocolate por él. De vez en cuando y haciendo un exceso vas al baño y todo. Pero luego a la cama. A dormir y a darle vueltas a lo mismo… Las noches las pasas mirando al techo… Autocompadeciéndote un poquito. ¡Pero es que te lo mereces por que la vida es muy perra! Parpadeamos MUYYYY lentamente… Ya saldremos de la cama algún día…
3er movimiento:
Hemos vuelto a la vida normal, no paramos. Salimos de casa, hacemos cosas, miles de cosas, con tal de no pensar en… Mierda, hemos vuelto a pensar en ella… Pero no nos permitimos más de tres segundos de descanso. ¡Queremos un cambio en nuestra vida y estamos apuntados al gimnasio, a clases de guitarra, a baile contemporáneo y al club de lectura! Y vamos poco a poco, rehaciéndonos en lo frenético de este rondó, aunque algún recuerdo se cuele en nuestra cabeza… A veces esta pieza me suena un poco a un “¡Que te den, a ti y a tu mal criterio y tus pajas mentales!”; pero ya te digo que es mera subjetividad
=P